martes, 26 de junio de 2012


CALIDAD EN LA EDUCACION A DISTANCIA.
La calidad en educación superior, en el siglo XXI, tiene como fundamento el ser humano y sus necesidades;  una organización líder de calidad, produce productos y servicios que logran la satisfacción de los estudiantes, padres de familia, profesores, administradores y personal. (Lepeley, 2001)
La educación a distancia (E.a.D.) es “un diálogo didáctico, mediado entre el profesor (institución) y el estudiante que, ubicado en un espacio diferente al de aquel, aprende de forma independiente (cooperativa)”, por lo que la frontalidad es mínima en comparación con el proceso enseñanza aprendizaje tradicional. (Garcia Aretio, 2012)
En el esquema, se muestra que la Institución tiene procesos de gestión (oferta), resultado de la interrelación con las demandas del contexto, para formar estudiantes que egresen de acuerdo a lo planificado y que los logros sean documentados mediante un sistema de evaluación. Una de las áreas que oferta la Institución, esta referida a la utilización de la tecnología informática e instructiva, evaluada conjuntamente con las otras áreas y no de manera aislada (modelo de gestión integral). En el presente artículo se reflexiona sobre el papel de la “mediación didáctica” y su calidad en el marco de las tecnologías de la Información y Educación (TIC).
Como resultado de las investigaciones y avances realizados en la E.a.D, el término “mediación”, que tenía diversos sentidos, actualmente es aceptado como la facilitación de una interactividad excelente, con relaciones e influencias entre personas son alcanzadas en un entorno virtual, donde se viabiliza el intercambio entre usuarios, a través de un sistema informático y de una interfase de comunicación y lo trascendental es que se produce a través de diferentes tipos de diálogos (reales, simulados, síncronos, asíncronos, etc.), empero dichos logros demandan  también la necesidad de crear diseños instrucionales de calidad y una utilización adecuada de recursos en telecomunicación e informática.
La mediación tecnológica con sus diversos canales y soportes de diálogo mediado, constituyen oportunidades para el aprendizaje de los participantes con diversos estilos cognitivos y brinda además diferentes potenciales comunicativos. Para que se produzca un verdadero dialogo didáctico, se requieren de un modelo de intervención, procesos de interrogación, retroalimentación, interacción estrecha entre todos  los estudiantes y docentes, quienes son ahora, guías o tutores en una comunidad de indagación, con estudiantes que practican la argumentación, negociación de significados para resolución de problemas; la mediación didáctica con calidad, asegura la conformación de comunidades de aprendizaje, conocimiento y práctica. (Marabotto, 2005)
A manera de conclusiones, se debe reflexionar que para la calidad de la mediación didáctica utilizando las TIC, no es suficiente que el tutor/guía sea especialista en la materia, sino que además tiene que conocer el manejo de las TIC de manera que efectivamente pueda guiar el aprendizaje de los estudiantes, de lo contrario, probablemente sea necesario en las Instituciones  recurrir a la investigación científica y generar diagnósticos de Necesidades de Capacitación.  
La calidad demanda propuestas de contenidos estructurados y seleccionados por su significancia, posibilitando la apropiación, un saber razonado por parte de los estudiantes, que implique competencias para dar solución a problemas de la realidad.
La mediación tecnológica para responder a necesidades de la mediación didáctica, debe ser capaz de sostener la mediación en función de lenguajes específicos, modos de procesamiento de la información, estilos de intervención del docente y tipo de respuestas que se esperan de los estudiantes, para lo cual es fundamental el diseño  y elección del soporte adecuado.
Bibliografía
(Lepeley, 2001) (Garcia Aretio, 2012) (Marabotto, 2005)

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